Cuando el teléfono no suena

En el penúltimo comité nacional del PSPV-PSOE, no el de esta semana que parece estar de rabiosa actualidad, sino en el pasado, del que ya pocos se acuerdan porque hemos venido a repetir un poco lo mismo y a dejar claro que los socialistas valencianos decidiremos quién será nuestro nuevo Secretario General a su debido tiempo, bueno cómo iba diciendo, en ese penúltimo comité hubo una intervención que me llamó la atención por encima del resto.

Quién la dijo o a qué comarca o grupo representaba no procede citarlo ahora, por prudencia y también un poco por no acertar a ubicarlo muy bien, qué dijo es para mi lo importante.

Este compañero planteó encima de la Mesa algo a lo que aquellos que se dedican a la política en el plano super-lider teme, y es al día después, cuando ya ha pasado tú fase estelar y solo te queda aquello que hiciste y si eres muy brillante aquello que dijiste. Este momento, es ese punto en que el teléfono ya no suena, en que tú vida en cierto plano vuelve a la normalidad y los que antaño te rodeaban siguen ahí pero miran diferente.

Este fin de semana en el Congreso de JSE he pensado mucho en esa frase, en ese momento, porque se avecinan muchos cambios dentro del PSPV-PSOE y de Joves Socialistes del País Valencia. Me he preguntado cuantos juguetes rotos habrá en unos meses, pero también he sonreído al pensar que mi teléfono, aunque en un nivel inferior al de un "líder", nunca ha dejado de sonar. La clave: yo jamás deje de llamar a los que antes, durante o después me han importando tanto que se han convertido en mis amigos.