miércoles, 22 de agosto de 2007

Colombia






Hace 3 días terminé mis vacaciones y aterricé de nuevo en Valencia.


He estado visitando un proyecto de cooperación del CJCV y en el acto de graduación de las y los jóvenes que se han beneficiado del proyecto. El proyecto ha sido en Valledupar, en el Departamento del Cesar, muy al norte del país y casi a 800 km de Bogotá. Al principio estaba un poco acojonada porque digamos que ninguna de las referencias que me dieron de Colombia ha sido positiva. Pero con lo suyo que tienen bastante, los colombianos y en concreto los vallenatos que es como llaman a la gente de Valledupar, son gente impresionante e imprescindible. Nuestra concepción del mundo ha cambiado, nuestra idea de valorar lo importante y sobre todo lo entrañable de los ojos de esos niños que nos pidieron a gritos que no les olvidaramos.


De vuelta en Valencia con jet lag y más picaduras de mosquitos de las que me caben en las piernas, pero con la mitad del corazón aún en Valledupar.


4 comentarios:

Emili J.G. Taengua dijo...

Ya sabes que soy fan tuyo, Alicia. Con tanta energía, cada día quitas una piedrecita más del pedregal por donde camina la humanidad entera, haciéndonos a todos caminar por un senderito algo más llano. Lo has vuelto a demostrar con este viaje: siempre vas a todos los lados con los bolsillos vacíos y el corazón tan lleno. Eres enorme, Alicia. Y no volumétricamente, aunque no importaría. Los jóvenes de Valencia ciudad tienen una peazo de fenómena a la cabeza de su Consell de la Joventut. Y ya sabes que los pelayitos, yo y todos los demás, estamos contigo. Bienvenida a casa! Y a los blogs, por descontado.

Alicia dijo...

Muchas gracias bombón.
No se si es para tanto pero desde luego este viaje me ha cambiado la vida. Y pensar que uno a veces, se cree el centro del mundo y otras permite que le afecten tonterias, cuando hacer a la gente que nos rodea un poco más feliz es tan sencillo y cuesta tan poco.
He aprendido del calos humano y del esfuerzo colectivo cosas que me hacen activarme para aportar mi granito de arena y pelear más aún.

Un besazo enorme y agradecida con la bienvenida, cuando es con tanto cariño a una le llega al alma.

Anónimo dijo...

Espero que los viajes institucionales en nombre del Consejo no sean una excepción colgada en un blog ya que es lo que deben hacer, siento no impresionarme

Carlos Fernández Bielsa dijo...

He sentido algo de enviadia sana al ver las imágenes, recuerdo el proyecto saharawi en el que trabajé hace algunos años ... Sólo con ver los ojos de ilusión de los niños merece la pena luchar más y trabajar más.

Un saludo alicia y enhorabuena por tu trabajo.